El sábado 10 de agosto de 2024, la Plataforma Segoviana por el Pueblo Palestino siguió con su campaña de información a la ciudadanía segoviana sobre el genocidio que está teniendo lugar en Palestina.
Mesa informativa en la Plaza de Los Dolores de La Granja. |
En esta ocasión en lugar en el que se colocó la mesa informativa fue la Plaza de los Dolores de La Granja. Como en ocasiones anteriores se distribuyó a cuantas personas se acercaron a la mesa nutrida y actualizada información, acompañada por actividades ya habituales en este acto, como la decoración de camisetas y la fabricación de chapas personalizadas. También hubo música y otras intervenciones culiminadas por la lecura de un manifiesto que reproducimos a continuación.
Exposición de retratos de Inma García Cocero. |
En est ocasión una exposición de dibujos de Inma García Cocero acompañó al acto y los fondos recaudados, como en ocasiones anteriores, se donarán a Médicos del Mundo.
El próximo acto tendrá lugar en la localidad de La Losa, el día 24 de agosto.
COMUNICADO LEÍDO:
Lectura del Manifiesto. Texto completo a continuación. |
LA
CAUSA PALESTINA ES LA CAUSA DE LA HUMANIDAD
Han
pasado 308 días el comienzo de la agresión israelí sobre la Franja de Gaza y
nadie es capaz de predecir cuánto tiempo más durará la agonía de los palestinos
encerrados en ese inmenso campo de concentración a merced de los obuses
israelíes.
La destrucción sistemática de las
infraestructuras vitales, especialmente las referidas a los suministros de agua
y electricidad, así como la red de saneamientos, unida a la escasez dramática
de suministros esenciales para la vida, está provocando un caos calculado y de
consecuencias dramáticas para la población, especialmente para la mayoría de
los niños/as que ven conculcados por el agresor los derechos que la comunidad
internacional les tiene reconocidos. Nueve de cada diez niños de Gaza carecen
de la alimentación suficiente, 50.000 de ellos sufren desnutrición aguda,
habiéndose producido casos de muerte por esta causa y el agravamiento de
enfermedades preexistentes. El agua, como los alimentos, se ha convertido en
arma de guerra en manos de Israel.
No hay que olvidar que los suministros
internacionales de alimentos y ayuda humanitaria están siendo ralentizados e
incluso boicoteados con la participación de ciudadanos israelíes y la
complicidad del ejército para impedir que lleguen a sus destinatarios.
Como
era de esperar se han multiplicado las infecciones que afectan muy
especialmente a la infancia. La Franja de Gaza ha sido declarada “zona
epidémica de polio”, como también de hepatitis (100.000 casos). Todo a
consecuencia de la destrucción premeditada y sostenida en el tiempo por el
ejército israelí de las mínimas condiciones de vida saludable para la hacinada
población de Gaza.
Lectura del Manifiesto |
Las
cifras referentes a la magnitud de la tragedia no cesan de crecer, aunque
siguen siendo provisionales. El balance
a 6 de agosto es de 39.480 asesinados en Gaza y 604 en Cisjordania y Jerusalén,
de los que se tenga constancia documental, de ellos casi 16.300 eran menores de
edad. A ellos hay que sumar 96.678 heridos prácticamente abandonados a su
suerte y sin medicinas.
En
las cárceles israelíes se tortura a los presos palestinos retenidos sin cargos,
se les somete a tratos inhumanos y degradantes y a violencia sexual, algo que
era sistémico en los centros de detención desde decenios. 60 presos palestinos
han muerto en ellos desde el 7 de octubre.
Todos
estos horrores que está provocando la invasión de la Gaza se sustentan en
varias coartadas legitimadoras que los gobiernos occidentales aceptan sin
sombra de duda. Una, la principal, es el derecho a la legítima defensa que
esgrime Israel tras los hechos del 7 de octubre pasado. Por muy traumáticos que
fueran para la población israelí por la violencia indiscriminada sobre civiles,
no puede entenderse si se aíslan de su contexto de reacción desesperada a
décadas de ocupación y colonización de la Palestina histórica, en medio de la
indiferencia internacional y el reconocimiento implícito de los hechos consumados,
que condenaba al pueblo palestino a la invisibilidad y a la aceptación por la
fuerza de su subordinación, como nuevos parias en el Estado de Israel o la
expulsión definitiva de sus tierras ancestrales.
Un
segundo argumento para hacer más digerible el insoportable número de víctimas
civiles, es la omnipresencia de elementos de Hamas en todos y cada uno de los
lugares atacados, ya sean edificios de viviendas, universidades, escuelas (con
especial referencia a las de la UNRWA, Agencia de la ONU para los Refugiados
Palestinos), mezquitas, iglesias, hospitales..., sin olvidar la multitud de
infraestructuras cuya destrucción va a hacer imposible la recuperación de la
normalidad en Gaza por decenios. Siempre sustentados por las informaciones que
proporciona el propio ejército de Israel, y que están siendo desmentidas por
multitud de pruebas documentales que acreditan que cualquier palestino es
objetivo de guerra y sus soldados tienen libertad para hacer uso de sus armas
sin limitaciones.
“No hay inocentes en Gaza, todos son
culpables, hay que aniquilar toda Gaza. No habrá victoria hasta que aniquilemos
Gaza”, David Portal comandante del ejército sionista. Lo mismo que declaró el exministro
de Defensa israelí el ultranacionalista Avigdor Lieberman.
El
cinismo del gobierno israelí ha alcanzado una cota más si cabe al conminar a la
población de Gaza a trasladarse forzadamente a supuestas zonas humanitarias en
plazos de tiempo muy reducidos, y sin condiciones mínimas de habitabilidad,
designadas así unilateralmente por el ejército israelí, si no quieren correr el
riesgo de perder la vida. Zonas “seguras” que el propio Israel viola cuando lo
considera conveniente sembrando el caos y el desconcierto entre una población
desamparada que ya lo había perdido todo. Estas órdenes de traslado obligatorio
se han producido periódicamente de forma que los que en algún momento se
podrían haber sentido seguros han tenido que emprender de nuevo la huida. ¡¡¡¡¡¡¡En
Gaza las tres cuartas partes del territorio son consideradas por Israel como
zonas de combate, en el resto debería hacinarse la población civil!!!!!!!
Israel,
con el soporte diplomático y la complicidad de EE. UU., utiliza las supuestas
conversaciones para conseguir una tregua y evitar el deterioro de su imagen internacional
mientras sigue operando y acentuando su ofensiva sin importarle la pérdida
masiva de vidas.
Alguien
con conocimiento de causa podría plantearse si nuestras sociedades occidentales
no están sumergidas en el mismo proceso hacia el fascismo que nuestros
antepasados de hace unas pocas generaciones. La brutalidad sin límites de la
agresión israelí contra una población carente de cualquier recurso defensivo
homologable al del ejército agresor, el uso de todos los medios que la
tecnología proporciona para segar vidas humanas, y que explica como su uso
irrestricto ha logrado acabar en solo diez meses con la vida de tantas
personas, se está convirtiendo en el gran dilema moral para las élites
políticas y para los ciudadanos de nuestro primer mundo (¡).
El
relativismo moral que presupone que todas las vidas no tienen el mismo valor
nos hace mirar con indiferencia a los migrantes que mueren en el mar o a los
palestinos a los que un estado y un ejército brutalizados están matando sin
piedad. Mientras no seamos capaces de parar esta espiral de muerte y
deshumanización, que nos está arrastrando también a nosotros, no deberíamos
cejar por todos los medios para conseguir que esta sinrazón termine. Sin duda
en Gaza está en juego una parte importante de nuestro futuro y de la
posibilidad de conseguir sociedades más justas e iguales.
Talleres junto a la mesa informativa. |
Israel no podría cometer los crímenes que está perpetrando en Gaza sin el apoyo implícito y explícito de los países que dicen defender principios y valores como democracia, libertad, derechos humanos. Una legitimidad moral que en Gaza está mostrando su verdadero rostro: la falacia que sirve para ocultar una política descaradamente neocolonial que tiene en Israel la cabeza de puente necesaria para defender sus intereses geoestratégicos en Oriente Medio, en complicidad con la mayoría de los regímenes árabes para los que Palestina es un problema que ya no les vincula existencialmente.
No
deberíamos seguir permitiendo que un país como el nuestro siga manteniendo
activo el comercio de armas con Israel, tampoco que se le normalice
diplomáticamente y mucho menos que se mantengan lazos comerciales, académicos
de seguridad y defensa con empresas e instituciones sionistas que apoyan las
políticas de apartheid, apropiación de tierras palestinas y genocidio.
Como
ciudadanas/os tenemos un papel clave que jugar en estos momentos, negándonos a
normalizar políticas de complicidad con el exterminio y el cinismo y doble vara
de medir que afecta a los gobernantes del bloque occidental (USA, EU, Canadá,
G.B…) poniéndonos del lado de los pueblos oprimidos como el palestino y
denunciando el recurso a la guerra para hacer prevalecer la razón del más
fuerte.
Salgamos
a la calle, gritemos, denunciemos la mentira y la inhumanidad. La colaboración
de todos es imprescindible, cada uno cuenta en este empeño común por conseguir
que la justicia la igualdad y la libertad no sean frases vacías en manos de
falsarios y el horizonte de un mundo nuevo sea posible.
Sin
duda hoy la causa de la humanidad es la causa del pueblo palestino.
¡VIVA LA LUCHA DEL
PUEBLO PALESTINO Y LA LUCHA DE TODOS LOS PUEBLOS POR LA LIBERTAD!
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