Texto completo del comunicado leído el 24 de agosto de 2024 en La Losa (Segovia).
MANIFIESTO 24 DE
AGOSTO 2024
LA CAUSA DEL PUEBLO
PALESTINO ES LA CAUSA DE LA HUMANIDAD.
Han pasado más de 10 meses desde el comienzo
de la agresión israelí sobre la Franja de Gaza y nadie es capaz de predecir
cuanto tiempo más durará la agonía de los palestinos encerrados en ese inmenso
campo de concentración a merced de los obuses israelíes.
La
destrucción sistemática de las infraestructuras vitales, especialmente las
referidas a los suministros de agua y electricidad, así como la red de
saneamientos, unida a la escasez dramática de suministros esenciales para la
vida, está provocando un caos calculado y de consecuencias dramáticas para la
población, especialmente para la mayoría de los niños/as. Nueve de cada diez
niños de Gaza carecen de la alimentación suficiente, 50.000 de ellos sufren
desnutrición aguda, habiéndose producido casos de muerte por esta causa y el
agravamiento de enfermedades preexistentes. El agua, como los alimentos, se ha
convertido en arma de guerra en manos de Israel.
No hay que olvidar que los suministros
internacionales de alimentos y ayuda humanitaria están siendo ralentizados e
incluso boicoteados con la participación de ciudadanos israelíes y la
complicidad del ejército para impedir que lleguen a sus destinatarios.
Como era de esperar se han multiplicado las
infecciones que afectan muy especialmente a la infancia. La Franja de Gaza ha
sido declarada “zona epidémica de polio”, como también de hepatitis (100.000
casos), sin posibilidad de que entren vacunas mientras no se produzca un alto
el fuego. Todo a consecuencia de la destrucción premeditada y sostenida en el
tiempo por el ejército israelí de las mínimas condiciones de vida saludable
para la hacinada población de Gaza.
Las cifras referentes a la magnitud de la
tragedia no cesan de crecer, aunque siguen siendo provisionales. Ya han sido
asesinados en Gaza más de 40.000 personas y 600 en Cisjordania y Jerusalén, de
los que se tiene constancia documental, de ellos 16.400 eran menores de edad. A
ellos hay que sumar 96.678 heridos prácticamente abandonados a su suerte y sin
medicinas.
La Granja. 10 de agosto de 2024
En las cárceles israelíes se tortura a los
presos palestinos retenidos sin cargos, se les somete a tratos inhumanos y
degradantes y a violencia sexual, algo que ha sido sistémico en los centros de
detención desde decenios. 60 presos palestinos han muerto en ellos desde el 7
de octubre.
Todos estos horrores que está provocando la
invasión de la Gaza se sustentan en varias coartadas legitimadoras que los
gobiernos occidentales aceptan sin sombra de duda. Una, la principal, es el
derecho a la legítima defensa que esgrime Israel tras los hechos del 7 de
octubre pasado. Por muy traumáticos que fueran para la población israelí por la
violencia indiscriminada sobre civiles, no puede entenderse si se aíslan de su
contexto de reacción desesperada a décadas de ocupación y colonización de la
Palestina histórica, en medio de la indiferencia internacional y el
reconocimiento implícito de los hechos consumados. Se condenaba al pueblo
palestino a la invisibilidad y a la aceptación por la fuerza de su
subordinación, como nuevos parias en el Estado de Israel o la expulsión
definitiva de sus tierras ancestrales.
Un segundo argumento para hacer más digerible
el insoportable número de víctimas civiles, es la omnipresencia de elementos de
Hamas en todos y cada uno de los lugares atacados, ya sean edificios de
viviendas, universidades, escuelas (con especial referencia a las de la UNRWA,
Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos), mezquitas, iglesias,
hospitales..., sin olvidar la multitud de infraestructuras cuya destrucción va
a hacer imposible la recuperación de la normalidad en Gaza por decenios.
Siempre sustentados por las informaciones que proporciona el propio ejército de
Israel, y que están siendo desmentidas por multitud de pruebas documentales que
acreditan que cualquier palestino es objetivo de guerra y sus soldados tienen
libertad para hacer uso de sus armas sin limitaciones.
“No
hay inocentes en Gaza, todos son culpables, hay que aniquilar toda Gaza. No
habrá victoria hasta que aniquilemos Gaza”, David Portal comandante del
ejército sionista. Lo mismo que declaró el exministro de Defensa israelí el
ultranacionalista Avigdor Lieberman.
El cinismo del gobierno israelí ha alcanzado
una cota más si cabe a la población de Gaza a trasladarse forzadamente a
supuestas zonas humanitarias, en plazos de tiempo muy reducidos, y sin
condiciones mínimas de habitabilidad, designadas así unilateralmente por el
ejército israelí, si no quieren correr el riesgo de perder la vida. Zonas
“seguras” que el propio Israel viola cuando lo considera conveniente sembrando
el caos y el desconcierto entre una población desamparada que ya lo había
perdido todo. Estas órdenes de traslado obligatorio se han producido
periódicamente de forma que los que en algún momento se podrían haber sentido
seguros han tenido que emprender de nuevo la huida.
Barrio de La Albuera (Segovia). 27 de julio de 2024
¡¡¡¡¡¡¡En Gaza las tres cuartas partes del
territorio son consideradas por Israel como zonas de combate, en el resto
debería hacinarse la población civil: 2.300.000 habitantes en 90 km2 una cuarta
parte de la ciudad de Madrid!!!!!!!
Israel, con el soporte diplomático y la
complicidad de EE. UU., utiliza las supuestas conversaciones para conseguir una
tregua para evitar el deterioro de su imagen internacional, mientras sigue
operando y acentuando su ofensiva sin importarle la pérdida masiva de vidas. El
veto de EEUU a las tres peticiones de tregua anteriores y la inminencia de las
elecciones presidenciales con la importancia del voto propalestino en el
Partido Demócrata, desenmascaran sus verdaderas intenciones.
Alguien con conocimiento de causa podría
plantearse si nuestras sociedades occidentales no están sumergidas en el mismo
proceso hacia el fascismo que nuestros antepasados de hace unas pocas
generaciones. La brutalidad sin límites de la agresión israelí contra una
población carente de cualquier recurso defensivo homologable al del ejército
agresor, el uso de todos los medios que la tecnología proporciona para segar
vidas humanas, y que explica como su uso irrestricto ha logrado acabar en solo
diez meses con la vida de tantas personas, se está convirtiendo en el gran
dilema moral para las élites políticas y para los ciudadanos de nuestro primer
mundo (¡).
Barrio de San Lorenzo (Segovia). 13 de julio de 2024
El relativismo moral que presupone que todas
las vidas no tienen el mismo valor nos hace mirar con indiferencia a los
migrantes que mueren en el mar o a los palestinos a los que un estado y un
ejército brutalizados están matando sin piedad. Mientras no seamos capaces de
parar esta espiral de muerte y deshumanización, que nos está arrastrando
también a nosotros, no deberíamos cejar por todos los medios para conseguir que
esta sinrazón termine. Sin duda en Gaza está en juego una parte importante de
nuestro futuro y de la posibilidad de conseguir sociedades más justas e
iguales.
Israel no podría cometer los crímenes que
está perpetrando en Gaza sin el apoyo implícito y explícito de los países que
dicen defender principios y valores como democracia, libertad, derechos
humanos. Una legitimidad moral que en Gaza está mostrando su verdadero rostro:
la falacia que sirve para ocultar una política descaradamente neocolonial que
tiene en Israel la cabeza de puente necesaria para defender sus intereses
geoestratégicos en Oriente Medio, en complicidad con la mayoría de los
regímenes árabes para los que Palestina es un problema que ya no les vincula
existencialmente.
No deberíamos seguir permitiendo que un país
como el nuestro siga manteniendo activo el comercio de armas con Israel,
tampoco que se le normalice diplomáticamente y mucho menos que se mantengan
lazos comerciales, académicos de seguridad y defensa con empresas e
instituciones sionistas que apoyan las políticas de apartheid, apropiación de
tierras palestinas y genocidio.
Como ciudadanas/os tenemos un papel clave que
jugar en estos momentos, negándonos a normalizar políticas de complicidad con
el exterminio y el cinismo y doble vara de medir que afecta a los gobernantes
del bloque occidental (USA, EU, Canadá, G.B…) poniéndonos del lado de los
pueblos oprimidos como el palestino y denunciando el recurso a la guerra para
hacer prevalecer la razón del más fuerte.
Salgamos a la calle, gritemos, denunciemos la
mentira y la inhumanidad. La colaboración de todos es imprescindible, cada uno
cuenta en este empeño común por conseguir que la justicia la igualdad y la
libertad no sean frases vacías en manos de falsarios y el horizonte de un mundo
nuevo sea posible.
Sin duda hoy la causa
de la humanidad es la causa del pueblo palestino.
¡VIVA LA LUCHA DEL
PUEBLO PALESTINO
Y LA LUCHA DE TODOS
LOS PUEBLOS POR LA LIBERTAD!
MANIIFIESTO 24
AGOSTO 2024.
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