domingo, 25 de mayo de 2025

Conferencia en Segovia: La situación política y humanitaria en Palestina

 

El salón de actos del Centro Cultural San José acogió el 20 de mayo una charla coloquio bajo el título “La situación política y humanitaria en Palestina”, organizada por Amnistía Internacional y la Plataforma Segoviana por el Pueblo Palestino, que contó con la presencia e intervención principal de Jamil Mahmoud Abusada, profesor y directivo de la Unión General de las Comunidades Palestinas en Europa, con motivo de la Exposición de Amnistía Internacional “Violación de los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados y Autoridad Palestina” instalada del 12 al 25 de mayo de 2025 en este centro.

Nota: por problemas de espacio no podemos publicar directamente el audio completo de la conferencia. Para acceder al mismo, seguir el siguiente enlace:

https://forosocialsg.blogspot.com/2025/05/conferencia-en-segovia-la-situacion.html#more

 


A lo largo de su intervención y el posterior coloquio, en el que respondió a las preguntas del público asistente, ofreció datos concretos sobre la situación humanitaria y política en la que se encuentra la población palestina. 




Segovia 15 de Mayo 2025- Acción global por Palestina. A 77 años, la Nakba continúa (1948-2025)

 

La concentración convocada por la Plataforma Segoviana por el Pueblo Palestino conmemorando el 77 aniversario de la NAKBA tuvo lugar en la Plaza del Azoguejo el 15 de mayo. Un centenar de personas se dieron cita en torno a banderas palestinas y a dos pancartas, en una de ellas podía leerse “Solidaridad con el pueblo palestino”, en la otra “Paremos el genocidio del pueblo palestino” y canciones palestinas que se escuchaban por la megafonía. 


Puntualmente comenzó el acto con unas emotivas palabras de presentación y duelo por las ya más de 52.000 personas asesinadas en tierra palestina por el estado de Israel. Se hizo un sucinto resumen de la situación actual y se expresó con claridad el apoyo al pueblo palestino frente al genocidio que está llevando a cabo Israel con el apoyo de Estados Unidos y el silencio, la colaboración o la inacción de otros muchos entre los que se encuentran, sin duda, los países europeos.

 

Tras esta introducción se corearon con fuerza consignas como “Desde el río hasta el mar Palestina vencerá”, “Libre Palestina”, “Estado sionista, estado terrorista” y otras muchas más. También algunas canciones, como la ya conocida “Libre Palestina”.

 Siguió la lectura del manifiesto en el que de forma pausada, pero contundente, se argumentaron las mismas ideas que expresaban pancartas y cánticos. Al término del mismo los presentes se escuchó una ovación y un pequeño pero expresivo momento de silencio, roto al final por nuevos aplausos y consignas solidarias.


 Desde la megafonía se invitó a todas las personas que en ese momento transitaban por el Azoguejo a sumarse a la causa, pues es una cause de la humanidad, independientemente de nacionalidades, credos, idiomas o procedencias. Varias personas se dirigieron al público a través de megafonía solidarizándose con el pueblo palestino y transmitiendo la idea de NUNCA MÁS OTRA NAKBA, ni en Palestina ni en ningún lugar.

77 años después de la expulsión forzada de más de 700.000 palestinos, el genocidio en Gaza confirma que la Nakba no es historia: es presente.

El 15 de mayo no es una fecha cualquiera en el calendario del pueblo palestino. Es el día en que recuerdan la pérdida de su tierra, su hogar y su historia. Pero no se trata de una efeméride estática, encerrada en los libros de texto o conmemorada en museos: la Nakba, que significa “la catástrofe” en árabe, no es solo un evento del pasado. Es un proceso en curso. Un crimen prolongado durante 77 años. Un exilio forzado que se actualiza cada día con nuevos nombres, nuevas víctimas y nuevos silencios.
 

En 1948, con la proclamación del Estado de Israel, comenzó una campaña de limpieza étnica sistemática para expulsar a la población autóctona palestina de sus tierras. Más de 700.000 personas fueron desplazadas. Sus casas fueron saqueadas, sus aldeas arrasadas, sus nombres borrados de los mapas. Lo que comenzó como una estrategia militar planificada (el Plan Dalet), derivó en una tragedia humana sin precedentes: 531 pueblos destruidos, cientos de masacres, y un pueblo reducido a escombros y memoria.
Una limpieza étnica planificada

La versión oficial que Occidente adoptó durante años hablaba de un conflicto entre iguales. Pero no fue así. Los hechos están documentados: las milicias sionistas, como la Haganá, el Irgún y Lehi, llevaron a cabo operaciones de terror para forzar la huida de los palestinos. Una de las más emblemáticas fue la masacre de Deir Yassin, donde 107 civiles fueron asesinados brutalmente. El mensaje era claro: marcharse o morir.

Mientras la comunidad internacional asistía al nacimiento del Estado de Israel como una suerte de redención tras el Holocausto, se legitimaba de forma cínica un nuevo colonialismo: el que se construyó sobre las ruinas de otro pueblo. La ONU reconoció a Israel en 1948, pero no garantizó el cumplimiento de la Resolución 194, que estipulaba el derecho al retorno de los refugiados palestinos. Ese derecho sigue sin cumplirse.

 


 Hoy, cerca de 6 millones de personas palestinas viven en campos de refugiados repartidos entre Cisjordania, Gaza, Jordania, Líbano y Siria. Muchas de ellas conservan las llaves de sus casas originales, como acto simbólico de una memoria que se niega a morir. Porque la Nakba no fue un único episodio: fue el comienzo de un apartheid, una ocupación y un cerco.
Ocupación, apartheid y negación

Tras la guerra de 1967, Israel se anexionó Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. La ocupación se institucionalizó y se transformó en un régimen de apartheid. Se construyeron asentamientos ilegales, se instalaron checkpoints militares, se fragmentó el territorio en enclaves separados por muros y carreteras de uso exclusivo para colonos. La vida palestina se convirtió en una carrera de obstáculos, de humillaciones y de prótesis jurídicas.

Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la organización israelí B’Tselem lo han denunciado de forma contundente: Israel mantiene un régimen de apartheid que vulnera sistemáticamente los derechos humanos del pueblo palestino. No se trata de una opinión, sino de una constatación legal y política. La diferenciación de sistemas legales, el uso del agua, la movilidad, la confiscación de tierras y la violencia armada son parte de una estrategia de supremacía nacional institucionalizada.

En la Franja de Gaza, la situación es aún más extrema. Desde 2007, Israel mantiene un bloqueo total sobre el enclave, controlando sus fronteras, su espacio aéreo y marítimo. Gaza es una cárcel al aire libre. Sus dos millones de habitantes viven bajo asedio constante, sin posibilidad real de escapar, con recursos sanitarios y energéticos limitados, y sometidos a bombardeos cíclicos que destruyen escuelas, hospitales y viviendas sin distinción.
Gaza, 2023-2025: la Nakba en directo

Desde el 7 de octubre de 2023, el mundo asiste a un episodio de violencia genocida sin precedentes desde la creación del Estado de Israel. La excusa fue el brutal ataque de Hamás, pero la respuesta ha superado todos los límites de la legalidad y la humanidad. En poco más de un año y medio, más de 35.000 personas han sido asesinadas en Gaza, entre ellas 15.000 niños.

Israel ha bombardeado hospitales, refugios de la ONU, convoyes humanitarios, zonas residenciales y centros escolares. Ha matado a periodistas, médicos y cooperantes. Ha usado el hambre como arma de guerra, impidiendo la entrada de alimentos y agua potable. Ha destruido infraestructuras esenciales, dejando a millones de personas sin electricidad, medicinas ni posibilidad de evacuación.

La Corte Penal Internacional y el Tribunal Internacional de Justicia investigan estos crímenes, pero las potencias occidentales siguen otorgando impunidad diplomática, militar y mediática al gobierno de Netanyahu. Estados Unidos ha vetado múltiples resoluciones de alto el fuego en el Consejo de Seguridad. La Unión Europea ha mantenido acuerdos comerciales y exportaciones de armamento. Y España, pese a algunas declaraciones simbólicas, sigue sin suspender la cooperación militar con Israel.

Hoy, Gaza es el rostro de la Nakba: una población desplazada, perseguida, demonizada y aniquilada ante la mirada del mundo. Los palestinos ya no huyen con llaves en los bolsillos, sino con las manos vacías, porque no queda casa alguna a la que volver.
Recordar para resistir

Hablar de la Nakba es hablar de colonialismo, de racismo institucional, de ocupación, de apartheid y de impunidad internacional. Pero también es hablar de memoria, dignidad y resistencia.

Cada 15 de mayo, el pueblo palestino recuerda no solo lo que perdió, sino también lo que mantiene: su derecho al retorno, su identidad, su historia y su lucha. Las marchas del retorno, las huelgas generales, las campañas de boicot y los testimonios de quienes sobreviven en el exilio son formas de resistir a una narrativa que quiere borrar su existencia.

La Nakba no es un evento cerrado. Es una herida abierta. Y no se puede hablar de paz sin justicia, ni de justicia sin memoria.
El deber de no mirar hacia otro lado

Para Europa, la causa palestina fue durante décadas una cuestión secundaria, un «conflicto lejano» entre dos partes. Hoy, esa neutralidad se ha convertido en complicidad. Los gobiernos que siguen armando a Israel, que justifican su violencia o que criminalizan la solidaridad con Palestina, están siendo cómplices de un genocidio.

Porque lo que ocurre hoy en Gaza no es un «exceso en la defensa propia», sino un proyecto de limpieza étnica planificado, sostenido y ejecutado con tecnología de última generación y narrativa propagandística.

Decir «Nakba» en 2025 es decir «Rafah», «Deir al-Balah», «Khan Younis», «campo de refugiados de Jabalia». Es decir «hospital Al-Shifa», «niños amputados sin anestesia», «fosas comunes con cuerpos sin identificar». Es decir «muerte por inanición» mientras camiones con ayuda esperan al otro lado de la frontera.
Palestina vive, resiste y nombra

En medio del horror, el pueblo palestino sigue levantándose. Desde el corazón de Gaza hasta los campamentos del Líbano, desde Jerusalén hasta las universidades europeas ocupadas por estudiantes que exigen cortar los lazos con el apartheid israelí.

El 15 de mayo no es solo un día de duelo. Es un día de denuncia, de acción y de compromiso. La Nakba no terminó. Pero tampoco la lucha por justicia.

Por eso, hoy y siempre: Palestina libre. Desde el río hasta el mar.

Encuentro de colectivos de Castilla y León en Solidaridad con el Pueblo Palestino

 

El sábado 3 de mayo tuvo lugar en Valladolid el encuentro de colectivos por el Pueblo Palestino de Castilla y León convocados por la Plataforma Solidaridad con Palestina de Valladolid.

Asistieron presencialmente activistas de la Montaña Palentina, Zamora, Salamanca, Cuellar, Segovia y la propia Valladolid. telemáticamente también estuvieron presentes, Tordesillas, Briviesca, Palencia capital, Soria y Burgos. 

El encuentro comenzó con la presentación de los asistentes y los grupos a los que representaban, explicando brevemente su historia y las actividades que habían desarrollado hasta el momento, así como el grado de incidencia en las respectivas comunidades y también sus logros y dificultades.
 

 
En el enunciado de nuestros objetivos comunes están la DENUNCIA de las políticas de colonización, apartheid, limpieza étnica y Genocidio, llevados a cabo por el Estado de Israel Así mismo, así como la complicidad de los países occidentales, especialmente USA, sin olvidar la del propio Gobierno de España que sigue permitiendo el comercio de armas con Israel y el tránsito por sus puertos marítimos. La ruptura de las comerciales y diplomáticas con Israel y su aislamiento internacional. Perseguimos el final de la agresión israelí y la autodeterminación del Pueblo Palestino.

Decidimos coordinarnos e informar sobre nuestras acciones a través de una cuenta de Telegram, en la que por lo menos haya un miembro de cada grupo, manteniendo la autonomía de cada uno y estudiando la posibilidad de apoyos concretos en función de la proximidad, etc.
 

 

Charla-debate "MEMORIA Y CULTURA PALESTINA" en el Campus María Zambrano (UVA)

 La charla-debate “Memoria y cultura palestina”, con ponencia de Luz Gómez, organizada por la Plataforma Segoviana por el Pueblo Palestino y el Nodo UVA de la Red Universitaria por Palestina tuvo lugar el 24 de abril en el Salón de Grados del Campus “María Zambrano”UVA (Segovia).

 


La presentación y moderación corrieron a cargo de Ángel Luis Fernanz, quien Introdujo el acto explicando los motivos por los que el momento actual requiere reflexionar y profundizar en las raíces del pueblo palestino y un acercamiento a su cultura. En el mismo sentido Charito Bellesteros dio lectura a un escrito de la Plataforma en el que se desgranaban los argumentos por los que es preciso rendir homenaje a la memoria y a la cultura del pueblo palestino.

 


A continuación pasó a presentar a Luz Gómez, Catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, que desarrolló el tema en profundidad. Comenzó su intervención señalando la cultura como elemento fundamental del pueblo palestino en una comunidad formada en principio por una mayoría islámica, pero en convivencia con cristianos y hebreos, y enclavada en un territorio amplio, sin los límites fronterizos actuales, asentado en el espacio que actualmente ocupan Palestina, Líbano, Siria, Jordania e Israel. Explicó la llegada del sionismo, impuesta por los países europeos a través de una partición auspiciada por la ONU, y la transformación que provocó en todos los ámbitos: tierra, lengua, cultivos, paisaje, rutas… para dar respuesta a un problema europeo, con participación de Estados Unidos. Este hecho dio lugar a una situación que después de guerras, imposiciones, destrucción y ataques al pueblo, y cultura palestina ha desembocado en la situación de genocidio actual.

 
Luz Gómez estructuró su intervención partiendo de palabras clave en árabe, a veces de difícil traducción al castellano, pero que marcan ideas clave para la comprensión de la historia, la cultura y también el conflicto.

Comenzó con la palabra “nakba”, que nos lleva a la idea de catástrofe, desastre, “nakba que no cesa”, que marca la voluntad sionista de acabar con los palestinos. Apoyó la explicación con valiosos datos de población palestina y su ubicación histórica y actual, del esfuerao por conservar la lengua y cultura a través de publicaciones escritas, periódicos, poesías… Siguió la palabra “fedayín”, traducida como revolución, que comenzó en los años 60 y 70, recorrió la actividad de Yaser Arafat, la OLP, el centro de estudios palestinos y las nuevas voces de la literatura palestina. Siempre defendiendo la cultura de los ataques con intenciones aniquiladoras sionistas.

También nos introdujo en la palabra “intifada”, resistencia, con origen en Gaza, cuna de todos los movimientos palestinos, por lo que se convierte en foco del genocidio que hoy sufre a manos del gobierno y ejército de Israel apoyado por Estados Unidos y, cuando menos, con el silencio cómplice del mundo occidental. Otro concepto importante lo marca la palabra “sumut”, de difícil traducción, pues engloba el concepto de resiliencia al que se añada una diversidad expresiva en celebración de fiestas, vestido, gastronomía… pese a los tanques y las bombas.Por último nos acercó a la palabra “esperanza”, con la “kufiya” como símbolo, una esperanza en detener el genocidio y más allá el pueblo palestino tomando libremente la decisión que desee para su futuro, sin imposiciones ni interferencias sionistas ni occidentales.

Tras la brillante e ilustradora exposición se pasó a la lectura de poemas, uno de ellos recitado por Luz Gómez y otro por un refugiado palestino presente en el acto, con una lectura en árabe que derribó cualquier barrera idiomática y provocó una fuerte emoción en silencio de la audiencia que se rompió al término del mismo con una prolongada y cálida ovación.

En el turno de preguntas y debate se trataron temas como el papel de la OLP y la ANP; la implicación de la religión en el conflicto; la política de España hacia los palestinos; los términos palestinos, tales como falafel o tabulé, que personas y medios de comunicación atribuyen a Israel; el papel de la juventud israelí; el sumut y otros temas más, todos ellos de interés.

Con una nueva lectura de Luz Gómez, en esta ocasión de la poesía titulada “No es fácil ser palestino”, se puso colofón a esta charla-debate, agradeciendo la organización y el público asistente con un fuerte aplauso a la ponente su valiosa aportación.
 

  VIVA EL PUEBLO PALESTINO LIBRE.


Conferencia organizada por Plataforma Segoviana por el Pueblo Palestino y el Nodo UVA de la Red Universitaria por Palestina por la catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la UAM, Luz Gómez García.

#escolasticidio: 11 universidades bombardeadas, bibliotecas y 370 escuelas destruidas o bombardeadas, más de 4000 estudiantes y más de 200 académicos o educadores asesinados.
En un lugar, la franja de Gaza, donde, a pesar de la ocupación, la tasa de analfabetismo era la más baja del mundo árabe VIVA EL PUEBLO PALESTINO LIBRE.


Conferencia organizada por Plataforma Segoviana por el Pueblo Palestino y el Nodo UVA de la Red Universitaria por Palestina por la catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la UAM, Luz Gómez García.

#escolasticidio: 11 universidades bombardeadas, bibliotecas y 370 escuelas destruidas o bombardeadas, más de 4000 estudiantes y más de 200 académicos o educadores asesinados.
En un lugar, la franja de Gaza, donde, a pesar de la ocupación, la tasa de analfabetismo era la más baja del mundo árabe


En el Azoguejo se escuchó con fuerza un clamor por Palestina

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